Nuestros Pilares

Creemos que la misión es un viaje—uno que comienza con un llamado, afirmado por la iglesia local, y continúa con preparación, apoyo y acción. Nuestro proceso misionero se basa en cuatro pilares fundamentales que guían todo lo que hacemos: Movilización, Capacitación, Cuidado y Envío.

Movilización

La movilización misionera ayuda a los creyentes a entender que la Gran Comisión—ir y hacer discípulos de todas las naciones—es un llamado para todos, no solo para unos pocos. Servimos a la iglesia local a través de conferencias, viajes exploratorios, seminarios, campamentos y presentaciones sobre grupos no alcanzados. Cada esfuerzo busca despertar corazones, crear conciencia y mantener a la iglesia enfocada en la misión global de Dios.

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Capacitación

Servimos a la iglesia local a través de cursos y talleres para pastores, líderes, profesionales y movilizadores, junto con una capacitación práctica y vivencial para candidatos misioneros. El acompañamiento es central en nuestro proceso, caminando junto a los candidatos y sus iglesias para asegurar un envío saludable y sostenible. También equipamos a las iglesias para cuidar de sus misioneros y promovemos el autocuidado como parte esencial de un ministerio a largo plazo.

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Cuidado

Acompañamos a los candidatos y misioneros de Impacto Mundial, mentoreándolos junto a sus Equipos de Cuidado Integral (ECIM) para asegurar un envío saludable y sostenible. También equipamos a las iglesias para que brinden un cuidado a largo plazo a sus misioneros y promovemos el autocuidado como una parte esencial del crecimiento y bienestar de cada misionero.

Envío

Acompañamos y mentoreamos a los candidatos y misioneros de Impacto Mundial, junto con sus Equipos de Cuidado Integral (ECIM), para asegurar que sean enviados de manera saludable y con el apoyo necesario. Animamos a las iglesias enviadoras a asumir un papel activo, brindando apoyo espiritual, emocional y logístico para que los misioneros sean sostenidos a lo largo de su jornada. El envío no es el final, sino la continuación de una misión compartida entre la iglesia y el misionero.

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